No hace mucho tiempo, un estudio sobre el contagio emocional en las redes sociales ha saltado a la palestra por la utilización poco ética de Facebook.

La polémica ha estallado porque unas 700.000 personas participaron en él sin un consentimiento explícito.

No vamos a ahondar en cuestiones éticas y de metodología experimental (eso ya lo han tratado numerosos diarios). Nos centraremos en el propio estudio y sus resultados.

Ya numerosos experimentos anteriores han demostrado como los estados emocionales, tanto positivos como negativos, se pueden contagiar de unas personas a otras. En este nuevo estudio, elaborado por un ingeniero de Facebook, un profesor de Medicina de la Universidad de California y un Profesor de Comunicación de la Universidad de Cornell, trataban de comprobar si ese contagio emocional, también se podía dar sin una presencia física, sin un feedback de la comunicación no verbal (gestos y expresiones).

Durante una semana, fueron publicando noticias positivas a un grupo de usuarios y positivas a otro grupo (sin que, como hemos mencionado, supieran que estaban participando en el experimento).

Los resultados fueron, que los sujetos del primer grupo, pusieron en su muro mensajes más positivos, mientras que los del segundo, escribieron más mensajes negativos.

Los autores concluyen que se puede dar un contagio emocional masivo a través de las redes sociales simplemente manipulando la información que les llega.

FUENTE: Experimental evidence of massive-scale emotional contagion through social network

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