Bienestar psicológico

Sabemos desde hace ya mucho tiempo, que la salud no radica únicamente en el bienestar físico. La OMS la define como el «estado de completo bienestar físico, mental y social».

Así podemos entender, que el bienestar psicológico es uno de los pilares fundamentales de la salud para el ser humano. Al igual que con el bienestar físico, unos hábitos mentales saludables ayudan a mantener un estado psicológico fuerte y sano. Del mismo modo que una dieta equilibrada y un ejercicio físico regular mantienen a nuestro cuerpo en buen estado, existen otros hábitos conservan nuestro bienestar psicológico. Vamos a ver qué rutinas diarias podemos hacer para mantener una mente sana y despierta.

Rutinas psicológicas diarias

  • Pequeños retos: Tener objetivos es fundamental para el ser humano. Necesitamos estar en movimiento en nuestra vida. Y las motivaciones son el combustible para ese movimiento. Día a día podemos proponernos objetivos asequibles que nos mantengan en acción. Estos pequeños logros pueden ser pasos que forman parte de un objetivo superior, más a largo plazo. Así vamos a lograr sentir que cada día ha sido productivo.
  • Gimnasia cerebral: No hay mucho que decir. Todos lo sabemos. El cerebro es un músculo que hay que ejercitar. No se trata de estudiar física cuántica todos los días. Existen pequeños divertimentos que pueden retar a nuestro cerebro y mantenerlo activo: juegos de cartas o de mesa, los manidos crucigramas o sudokus, ejercicios más artísticos como la pintura, la costura creativa o el bricolaje, etc.
  • Alimentación y ejercicio: Aunque estos aspectos puedan parecer pertenecer exclusivamente al ámbito físico, una buena alimentación y un ejercicio físico regular fortalecen nuestro cerebro. Sobre este aspecto puedes encontrar más información en estos artículos: Deporte, Alimentación.
  • Dormir: Dormir adecuadamente es tan importante para el cuerpo como para la mente. El sueño es un ejercicio para el cerebro. Durante la noche nuestro cuerpo descansa pero nuestro cerebro trabaja, reorganiza, archiva. Una rutina adecuada de sueño cada noche es el cimiento de cada día.
  • Salir: Disfrutar del aire libre debe estar dentro de la programación de cada día. Todos los días hay que salir de casa para estimular nuestros sentidos. Es verdad, que dependiendo de clima puede darnos pereza, pero tan solo depende de adecuar nuestro vestuario. Siempre es recomendable que el resto de rutinas que tengamos en el día, se realicen fuera de cuatro paredes.
  • Relacionarse: Igualmente este aspecto se encuadra más en la parte social de la definición de salud. Pero es, del mismo modo, imprescindible para el bienestar psicológico. Aunque es verdad que inevitablemente nos relacionamos con los demás a diario, debemos propiciar relaciones que nos sean gratificantes cada día. No debemos dejar que la rutina nos lleve a hablar siempre de lo mismo con las mismas personas. No hay que descuidar las relaciones y propiciar encuentros aunque nos suponga cierto esfuerzo.
  • Desconectar: El cerebro también necesita descansar y debemos reservar un ratito cada día para ello. Un momento que podamos dedicar solo a nosotros. La relajación o la meditación es un buen ejercicio para esto.

Todo en uno

Vemos que son muchas las rutinas que hemos visto y podemos pensar que el día se hace corto para todas ellas. Pero también hemos podido ver que sería muy fácil integrar unas en otras.

Por ejemplo, si tomamos clases de pintura, además de realizarnos creativamente, cada día podemos tener un pequeño objetivo de mejora (en el trazo, las sombras, el color). Para ello tendremos que forzar nuestro cerebro. Y saldremos de casa y nos relacionamos con los compañeros.

Podríamos utilizar muchos otros ejemplos: restaurar un mueble, realizar un deporte en grupo, volver a los estudios… Si poco a poco, vamos implantando estos hábitos psicológicos en nuestro día a día, veremos que, cada día será más fácil hacerlos (como todo hábito) y nos sentiremos mejor.

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