Sabemos que la inteligencia emocional está relacionada con el éxito personal y profesional. Y que se adquiere, junto al desarrollo social e intelectual, durante la infancia.
En un reciente estudio de la Universidad de Murcia, publicado en la revista Acción Psicológica, se ha tratado de analizar la influencia parental en la formación de la inteligencia emocional.
Las autoras de este estudio querían comprobar hasta que punto, el circulo social más cercano al niño, su familia, influía en su formación.
Establecieron una muestra de 62 familias y midieron no sólo la inteligencia emocional de hijos y padres, sino también el estilo parental de los progenitores (Autoritario, Permisivo y Democrático).
Los resultados mostraron una correlación entre el estilo democrático y la inteligencia emocional de los niños. Sobre todo cuando ese estilo estaba más representado por la madre. Es decir, la utilización de un estilo parental democrático favorece más la formación de la inteligencia emocional.
Igualmente, constataron que aquellos padres o madres que poseían mayor inteligencia emocional, utilizaban más este estilo parental democrático.
Concluyen las autoras sobre la conveniencia de la implementación de programas de educación emocional, pero no únicamente para los niños, sino también para los padres. El objetivo es que familias inteligentes formen niños inteligentes.