Lo más habitual es acudir a un psicólogo cuando no nos sentimos bien o no sabemos qué es lo que nos ocurre, también podemos saber qué es lo que nos sucede pero no sabemos cómo solucionarlo.
Otras razones pueden ser cuando las personas se sienten mal en su pareja, en la familia, en el trabajo, etc.
Cada vez con más frecuencia se demanda ayuda psicológica cuando buscamos orientación, queremos desarrollarnos personalmente o queremos potenciar nuestros recursos.

Un psiquiatra es un médico especialista en los procesos biológicos relacionados con la salud mental. De modo que su diagnóstico y tratamiento va encaminado a buscar un equilibrio biológico, utilizando, entre otros, tratamiento farmacológico. El psicólogo no es médico, su ciencia de estudio es la Psicología en sus diferentes áreas, por tanto su diagnóstico y tratamiento va dirigido a trabajar los procesos psicológicos (pensamientos, emociones y conductas) relacionados con la salud mental. No trabaja con fármacos al uso.
Depende de la afectación y de la problemática de base, se necesita acudir a un especialista o a otro. Si el grado de afectación a nivel biológico o clínico es muy incapacitante, puede ser necesario combinar ambos tratamientos.

La psicoterapia es un proceso de comunicación entre un psicólogo, psicoterapeuta (es decir, un profesional de la salud licenciado en psicología, colegiado y con formación específica en el área de la psicoterapia y por tanto formado específicamente para evaluar y generar cambios), y su paciente (es decir, una persona que requiere ayuda psicológica y se somete voluntariamente a un tratamiento psicológico), que se da con el propósito de una mejora en la calidad de vida en este último, a través de un cambio en su conducta, actitudes, pensamientos o emociones.
A través de la psicoterapia el psicólogo le proporcionará orientación psicológica, para comprender porqué se siente mal y le ayudará a reflexionar sobre el origen de sus problemas actuales, por medio de diferentes técnicas. El psicólogo acompañara en el proceso de mejora para descubrir los recursos personales y obtener el máximo provecho de ellos.

Se trata de una relación profesional donde el psicólogo acompaña y orienta al paciente, de forma objetiva y durante todo el proceso terapéutico.
La relación terapeuta-paciente está fundamentada en el respeto mutuo, en la colaboración, en la autenticidad y la escucha activa.
El espacio de la consulta psicológica es un espacio para el reencuentro con nosotros mismos, para re-conocernos y aceptarnos tal y como somos y resolver las dificultades que nos impiden sentirnos plenamente bien.

Mi orientación para la intervención esta basado en terapias breves, dirigidas a conseguir el bienestar personal con la mayor brevedad posible, aunque es imposible determinar con anterioridad su duración exacta.
La psicoterapia y su duración va a depender de varios factores como son el tipo de problema, el tiempo que lleve instaurado en la vida de la persona, el grado de insight y apertura al tratamiento del paciente con la terapia.
Ya que en la terapia psicológica que el paciente asuma su propia responsabilidad en el proceso de cambio. Que aprenda a ser consciente y a identificar su problema o dificultad.
Mi experiencia me indica que gran parte de los problemas se suelen resolver en un periodo aproximado que suele oscilar entre los tres y los seis meses. No obstante, algunos se resuelven en unas pocas sesiones y otros implican realizar una terapia de larga duración.

En un primer momento se recomienda asistir con una frecuencia semanal o quincenal, la primera parte del tratamiento necesita de un trabajo más intenso hasta conseguir una estabilidad. Cuando la persona esté estabilizada se pasará a espaciar cada vez más las consultas a modo de seguimiento, revisiones, hasta el alta definitiva.

El precio se ajusta a los honorarios que establece el colegio profesional al que pertenece la consulta.
En la primera visita informativa se orienta y asesora al paciente sobre todos los aspectos que tienen que ver con el tratamiento a seguir, su duración aproximada, frecuencia de las sesiones y precios de cada una de ellas.

Para ejercer profesionalmente como psicólogo en el ámbito de la clínica privada, es necesario estar colegiado. El código deontológico del Colegio, impone el requisito de la confidencialidad para realizar la profesión de la psicología.
El secreto profesional implica confidencialidad siempre durante la terapia psicológica. El profesional de la psicología no está autorizado a usar ningún dato o información sobre el paciente fuera de la consulta.

Cada persona y cada consulta son diferentes y, por lo tanto, las reacciones al proceso terapéutico varían en función de ello. Puede haber personas que experimentan cambios desde el mismo momento en que solicitan ayuda psicológica, sienten que ya están haciendo por mejorar, otras necesitan un número más elevado de sesiones, bien por su tendencia de personalidad, bien por la problemática en sí, etc.
La reacción al proceso terapéutico depende del tipo de problema, de lo arraigado que esté, de las características de personalidad, de la capacidad de aprendizaje y de un factor fundamental, la actitud de la persona ante el tratamiento.
La persona debe acudir a terapia abierto a la mejora, predispuesto al cambio, a conocer formas diferentes de realizar las cosas, a observar la vida desde otro ángulo.