¿Se pueden sincronizar nuestros cerebros?
El Neurocientífico Moran Cerf de la Universidad de Northwestern, después de más de 10 años analizando electroencefalogramas, ha descubierto ondas cerebrales similares en personas que pasan tiempo juntas. Es decir, que cuando dos personas pasan cierto tiempo juntas, sus ondas cerebrales tienden a parecerse, hasta casi ser idénticas.
En uno de sus estudios, presentó determinados tráilers de películas a dos personas diferentes. En los encefalogramas se apreciaron los mismos patrones de actividad cerebral.
La experiencia nos demuestra que dos personas que conviven juntas tienden a presentar patrones similares de conducta: las mismas manías, los mismos gustos, las mismas expresiones verbales. Esta sincronía conductual tiene un reflejo en una sincronía cerebral.
Rodearnos de cerebros positivos
Moran Cerf, en sus conclusiones, revela la necesidad de rodearnos de personas positivas. Hay personas capaces de crear satisfacción personal. La forma en que estas personas elaboran un autodialogo positivo respecto a las decisiones tomadas en el pasado, les hace más fuertes emocionalmente (más sobre la resilencia).
Esta capacidad es difícil de aprender. El Neuropsicólogo propone rodearnos de personas que ya la tienen para que nuestros cerebros se sincronicen. Es una forma sencilla de aprender, no tenemos que hacerlo constantemente. Simplemente hay que dejar que nuestros cerebros se alineen.